Hombres y Embarazo Adolescente

Manual de capacitación para la incorporación de los hombres en la prevención del embarazo en adolescentes desde la perspectiva de género

El embarazo en la adolescencia es uno de los principales factores que contribuyen a la mortalidad materna e infantil y al círculo de enfermedad y pobreza. Aún persisten elementos en el contexto cultural, social, político y económico en el que se desenvuelven las niñas y las adolescentes, que constituyen barreras para su avance, empoderamiento y el goce de una verdadera igualdad de trato y oportunidades. Entre estos factores, los estudios citan: la presión social para dejar la escuela para contraer matrimonio y, una vez casadas, para tener hijos; la carencia de educación sexual integral; la posibilidad de que se sientan avergonzadas al solicitar información, métodos o servicios de anticoncepción, o de que sean víctimas de violencia y sean obligadas a mantener relaciones sexuales no deseadas, que suelen ser sin protección. El embarazo en la adolescencia es un problema público que impacta en la salud, la educación, y en el acceso al desarrollo económico de niñas, niños y adolescentes, además, amplía las brechas sociales y de género. Las consecuencias del embarazo precoz en las niñas y en las adolescentes son distintas y en muchas ocasiones son mayores las repercusiones en sus planes de vida, de lo que son para los niños y los jóvenes; para las chicas el embarazo a edad temprana representa desde un mayor riesgo de muerte materna, una mayor probabilidad de que tenga que abandonar los estudios y la capacitación para el trabajo, hasta una menor capacidad para obtener un empleo formal bien remunerado que les permita su autonomía económica, lo cual tiene consecuencias negativas.

Los hombres y las masculinidades desde la perspectiva de género Una estrategia para involucrar a los hombres en la prevención de embarazos en adolescentes implica fomentar formas de masculinidad que respondan a la generación de conciencia de que los hombres son responsables del proceso de embarazo y también a que se tiene que erradicar las distintas formas de violencia hacia las mujeres. Es así, que se trata de involucrarlos y fomentarles su participación con enfoque de género, es decir, desde una posición comprometida, sensible, crítica y propositiva hacia el respeto a los derechos humanos; que cuestione las visiones conservadoras que limitan el avance hacia una forma de vida, que respete y apoye el progreso de todo ser humano sin limitar su desarrollo. Por tal motivo es necesario comenzar por cuestionar la forma en que se ha socializado a los hombres en nuestra cultura mexicana. A lo largo de la historia la clasificación entre mujeres y hombres ha tenido repercusiones importantes en la experiencia de cada una de las personas y la forma en que experimentan su sexualidad. Dicha clasificación permea en nuestra concepción del mundo y nuestro cuerpo, es decir, no es lo mismo, nacer mujer que nacer hombre. Si bien son construcciones sociales que se van fortaleciendo a lo largo de toda la vida. Ningún hombre nace con creencias, actitudes y roles masculinos, así como ninguna mujer nace femenina; estas se van adquiriendo a través del complejo proceso de socialización donde se espera se conviertan en lo que cada cultura define como “hombre de verdad” o “mujer de verdad” (Gutman, 2000).

Manual de capacitación para la incorporación de los hombres en la prevención del embarazo en adolescentes desde la perspectiva de género

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